El cuerpo humano se compone en un 60% de agua, Junto con el oxígeno, el agua es uno de los dos recursos indispensables para nuestra supervivencia. El alimento estaría en tercera posición. Así, según la regla del tres, una persona puede sobrevivir treinta días sin comer, tres días sin beber y tres minutos sin respirar.
Entonces, a la pregunta “¿por qué es bueno beber agua?”, la primera respuesta es, simplemente, por supervivencia. El agua nos permite sobrevivir. Detengámonos dos minutos para comprender cómo.
A diario eliminamos agua de nuestro cuerpo a través de la orina, el sudor y el vapor de agua. Un adulto normal pierde un total de 2 a 2,5 litros de agua eliminados cada día, que corresponde al 5% del volumen total de agua en el cuerpo. Esta agua se suele eliminar de la siguiente manera:
En vista de este hecho, es fácil comprender por qué beber agua es algo vital que no debe ser tomado a la ligera, porque permite, ante todo, mantener el volumen de agua indispensable para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo.
Eliminamos entre 2 y 2,5 litros de agua al día.
Nuestro cuerpo necesita agua para poder funcionar. Estas son las principales razones que nos recuerdan por qué beber agua es esencial:
Las células y los órganos, principalmente el cerebro y los músculos, necesitan oxígeno para absorber los nutrientes que necesitan, con el fin de poder producir la energía indispensable para su funcionamiento. Absorben el oxígeno y liberan el CO2. Un ciclo infinito. Y es la sangre la que les aporta el oxígeno que necesitan. Por ese motivo, una pérdida importante de sangre puede tener consecuencias irreversibles o incluso letales. La sangre se compone en un 55% de plasma, y este se compone en un 90% de agua.
La saliva juega un papel clave en el proceso de digestión, ya que transforma los alimentos de manera que el organismo pueda absorberlos más fácilmente. Por tanto, contribuye en gran medida a la asimilación de los nutrientes indispensables para el buen funcionamiento del cuerpo. La saliva se compone en un 90% de agua.
La temperatura interna de los seres humanos puede ascender hasta los 37,8ºC sin riesgo. Por encima de esa temperatura, el cuerpo activa su mecanismo de regulación térmica especialmente a través de la transpiración. El agua evaporada permite que el cuerpo se refresque y que baje su temperatura. Cuanto más calor sienta el cuerpo, como por ejemplo, mientras se está bajo el sol o se practica actividad física, más transpirará. Por este motivo es aún más importante pensar en rehidratarse bajo estas condiciones.
Si el sudor juega un papel principal dentro de la regulación térmica, también contribuye junto con la orina a la eliminación de los desechos metabólicos y tóxicos, como alimentos no absorbidos por el organismo, o residuos de medicamentos. La orina permite también mantener el equilibrio entre las distintas sales minerales presentes en nuestro cuerpo. La orina se compone en un 95% de agua. El agua es indispensable para el cuerpo por muchas otras razones, en distintos niveles de importancia. Pero basta concentrarse en las cuatro razones explicadas anteriormente para comprender por qué la ingesta de agua nunca debería tomarse a la ligera, ya que, sin este gesto vital, nuestro cuerpo está en peligro.
Beber agua es un gesto vital sin el cual nuestro cuerpo está expuesto a consecuencias graves, o incluso fatales.
¿Por qué secundario? Simplemente porque una piel bien hidratada no tiene ningún impacto directo sobre nuestra supervivencia. Sin embargo, cuidar de uno mismo también tiene su importancia, aunque sólo sea desde el punto de vista psicológico. La hidratación de su piel es un gesto gratuito y fácil que puede marcar la diferencia.
Como la mayoría de los órganos, la piel está constituida mayoritariamente de agua. Se trata de un órgano extremadamente frágil y vulnerable tanto a las condiciones internas del cuerpo, como a las condiciones externas, como la climatología o la contaminación. Así pues, si el cuerpo no está suficientemente hidratado o se expone a un sol abrasador, la piel se deshidrata. Su capacidad para proteger el cuerpo se debilita y muestra signos evidentes de fragilidad: la piel se tensa, es áspera al tacto y se agrieta, dando así el efecto de “piel de cocodrilo” en las piernas y favoreciendo la aparición de arrugas en el rostro.
Mantener una buena hidratación es, por lo tanto, esencial para conseguir una piel hermosa, pero sobre todo para garantizar un buen funcionamiento en su papel como barrera protectora. Porque beber agua contribuye a conseguir un aspecto juvenil.
La hidratación debe ser un gesto cotidiano, ya que beber agua tiene beneficios indispensables para el cuerpo. El agua propicia el funcionamiento de nuestros órganos y su conservación. También ayuda a transportar los nutrientes y a eliminar las toxinas del cuerpo. Desde un punto estético, beber suficiente agua también tiene grandes beneficios para tener una piel brillante y suave.
Finalmente, es importante tener en cuenta que, si bien tomar agua potable debe formar parte de las costumbres habituales, la hidratación también se logra a través de los alimentos, en particular de las frutas y las verduras, ricas en agua.