La práctica de ejercicio físico aporta numerosos beneficios sobre nuestra salud; sin embargo, igual de importante que fortalecer nuestros músculos es hidratarse de forma correcta durante el entrenamiento.
Muchas personas acuden a la sala de musculación o a las clases colectivas y bien por que están tan centradas en los ejercicios o por que simplemente no tienen sed terminan por no beber ni una gota de agua y aquí está el mayor error que podemos cometer.
¿Por qué es importante tomar agua durante los entrenamientos?
La cantidad de agua que forma nuestro cuerpo supone el 85 por ciento de la sangre, el 80 por ciento de la masa muscular y un cuarto de la masa ósea. Es importante hidratar al cuerpo para que mantenga sus niveles de agua correctos y para poder transportar los nutrientes a los órganos.
Durante la actividad física nuestro cuerpo pierde una gran cantidad de sales minerales que deben ser repuestas a través del aporte de agua, ya que con el ejercicio perderemos de uno a cinco gramos de sal por litro de sudor.
Con el ejercicio físico aumenta la temperatura corporal y el cuerpo necesita refrigerarse y lo hace aumentado la secreción de sudor y, en consecuencia, se pierde agua corporal. Si no se hace nada para compensar dicha pérdida, el cuerpo se irá deshidratando poco a poco a medida que avanza el ejercicio.
Es importante no esperar a tener sed y beber agua muy a menudo, incluso aunque no tengamos sed. Lo importante es beber antes de empezar, durante y después del ejercicio. Si no se siguen estas prácticas empezaremos a notarnos más torpes y menos concentrados.